Si padeces periodontitis o enfermedad de las encías, es posible que tu dentista te haya recomendado el tratamiento de curetaje dental. Este procedimiento tiene como objetivo la eliminación de la placa bacteriana y el sarro acumulado bajo la línea de las encías.
¿Cómo se lleva a cabo un curetaje dental?
Para realizar un curetaje dental se emplea una técnica de raspado de la placa y el sarro que se han ido acumulando en las áreas ocultas por las encías. Para ello es necesario un instrumento especial llamado cureta (de ahí viene el nombre curetaje) que permite acceder a dichas áreas donde existe inflamación. Si la periodontitis no se trata, puede ocasionar la pérdida de piezas dentales, en última instancia.
Generalmente, la técnica empleada para el curetaje consiste en dividir la boca en cuadrantes y tratarlos en sesiones distintas, para comodidad del paciente. De este modo, y teniendo en cuenta que la boca se divide en 4 cuadrantes, necesitarás un máximo de 4 sesiones.
¿Es lo mismo un curetaje que una limpieza dental?
No. Mientras que una limpieza dental profesional es un procedimiento estético para limpiar la superficie de los dientes usando ultrasonidos y bicarbonato, un curetaje dental es un tratamiento periodontal que se centra en el raspado de la suciedad atrapada en una zona específica entre los dientes y las encías.
¿Duele el curetaje?
Como habrás deducido, un curetaje es más invasivo que una limpieza dental y, en consecuencia, puede resultar más doloroso. Las molestias dependerán de la tolerancia al dolor de cada paciente y de la profundidad del raspado. Por esta razón, es habitual que el dentista suministre anestesia local antes del procedimiento, con lo que el dolor queda fuera de la ecuación.
¿Cómo debo cuidarme tras el curetaje dental?
Una dieta blanda y evitar los alimentos duros es la mejor recomendación tras un curetaje. Además, tu dentista te indicará qué analgésicos son los más recomendables para tratar las molestias que pudieran producirse durante los siguientes días siguientes al tratamiento. Por último, recuerda cepillarte los dientes con suavidad y enjuagarte con un colutorio antiséptico en tu rutina de higiene dental habitual.